“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 30 de abril de 2024

El puto amo Sánchez

No quiero abundar en lo que ya se ha dicho sobre la actuación del presidente Sánchez en los últimos días. Dedicaré las siguientes líneas al ministro Óscar Puente. En una intervención en el Congreso Nacional Extraordinario del PSdeG ha dicho que "Sánchez es 'el puto amo', se le respeta y habla inglés". En un partido que se dice socialista y obrero y en el que todos son “compañeros y compañeras” no encaja esa expresión. Si él es el puto amo, el resto de los militantes y ciudadanos españoles somos los putos lacayos y esclavos que le debemos sumisión. Las palabras del ministro me han recordado varias películas de nuestro cine:  Amanece, que no es poco, de José Luis Cuerda y me han entrado ganas de gritar ¡Presidente, todos somos contingentes, pero tú eres necesario! Y también los Santos Inocentes, dirigida por Mario Camus en la que Régula y Paco le dicen una y otra vez al amo aquello de “a mandar, Don Pedro, para eso estamos”. En Bienvenido, Míster Marshall, de Berlanga, Pepe Isbert, repite una y otra vez estas palabras: “Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación, y esa explicación os la voy a dar, porque os la debo”.  Aunque bien pensado, si uno es el puto amo necesario, no necesita dar ninguna explicación, ni en español ni en inglés. Debemos agachar la cabeza ante don Pedro y obedecer, que para eso estamos. Óscar Puente ha expuesto magistralmente cómo funciona su partido: sumisión y adulación al jefe. Se puede decir más alto, pero no más claro: ¡Pedro no te vayas, eres el puto amo! ¡Pedro, don´t go, you are the fucking boss!

Evaristo Torres Olivas


sábado, 30 de marzo de 2024

El periodismo, el rigor y las chapuzas

 El Diario de Teruel es propiedad de la Diputación de Teruel. Se financia con dinero público. De todos los ciudadanos. De izquierdas, de derechas, regionalistas, aragonesistas y “transversalistas”. Católicos, ateos y agnósticos. En sus páginas deberían aparecer todos, con rigor y objetividad. Sin censuras ni favoritismos. La realidad no es esa: el Diario de Teruel favorece al partido que manda en la Diputación, que para eso el presidente lo es también del Diario. Seguramente desconocen el artículo 20 de nuestra Constitución. Veamos un ejemplo del 29 de marzo. La Semana Santa es una conmemoración muy arraigada en nuestra provincia y es una obligación que los medios de comunicación recojan las manifestaciones populares de nuestros pueblos y ciudades, dando el protagonismo a quien lo tiene: el pueblo. Pero el Diario de Teruel dio el papel principal al presidente de Aragón, Jorge Azcón. En la portada del periódico aparece en una foto de media página en la que él ocupa el centro de la instantánea, bastón de mando en ristre. Y por si no fuera suficiente, en la página 2 vuelve a aparecer en otra foto junto al alcalde de Híjar, Jesús Puyol, que por esas casualidades de la vida también es del PP. También se recogen en un recuadro unas declaraciones de Azcón en las que dice que en otras ocasiones ya había visitado las rompidas de Calanda o Albalate del Arzobispo. Apuesto a que también mandaba el PP en los respectivos ayuntamientos. Todo lo anterior figura en la edición en papel. Ahora viene la chapuza. En la edición gratuita digital, se vuelve a reproducir la foto de Azcón y Pujol, pero en esta ocasión Jesús Puyol cambia de nombre y se llama Fabian Simon, sin tilde en Fabián y tampoco en Simón. Espero que al haberle recordado al señor Juste el artículo 20 de la Carta Magna no censure la publicación de esta carta al director para no imitar a don Antonio Ernesto Arrufat Gascón que, cuando era presidente de la Diputación de Teruel. dio instrucciones para que Evaristo Torres Olivas no escribiera ni una línea más en el periódico de todos los turolenses. Lo digo para general conocimiento de lidoneros y cerolleranos. Y turolenses en general.

Evaristo Torres Olivas







lunes, 25 de marzo de 2024

Javier Arnal y el mal periodismo

 Un buen periodista es aquel que no oculta datos, que recurre a todas las fuentes posibles, que no hace afirmaciones sin indicar de dónde proceden, que evita las declaraciones alarmantes sin pruebas, que es riguroso y algunas más. Ninguna de ellas las cumple son Javier Arnal, colaborador del Diario de Teruel, en su artículo de opinión del pasado 23 de marzo, Por qué los Estados promueven la eutanasia. Se identifica como periodista, pero oculta que además es miembro del Opus Dei. También oculta quién es Ramón Palmer. Solo dice que es un psiquiatra, pero no cuenta que es un ferviente católico conservador. Pero si eso no fuera suficiente, don Javier afirma que la eutanasia “no es una propuesta mayoritaria de la sociedad ni de los médicos, pero que se quiere extender a la humanidad desde Francia”. No cita ninguna fuente, ni ninguna encuesta que se pueda consultar. Lo más grave viene a continuación, cuando declara que “hay un plan mundial orquestado” para imponer la eutanasia. Esas palabras lo acercan a las teorías de la conspiración que tanto daño están causando y contribuyen a sembrar miedo y desinformación. Ya solo le ha faltado añadir que detrás, además de Macron, están Bill Gates y George Soros. Concluye su artículo don Javier Arnal con esta perla: “Los Estados promueven la eutanasia por ahorro económico”, es decir que sobran personas mayores enfermas y que lo mejor es acabar con ellas con unas pastillas o una inyección y evitar que nos vacíen las arcas. En asuntos tan complejos y delicados como la eutanasia hay que ser riguroso, recurrir a lo que dicen los expertos médicos y no solamente a un psiquiatra católico de Castellón. El “periodista” Arnal debe de pensar que no hay que dejar que la verdad estropee lo que uno cree y que solo hay que recurrir a las fuentes que confirmen nuestras ideas, aunque sean mentira, e ignorar todas las demás.

Evaristo Torres Olivas